Primeramente se asistió a la Iglesia de San Cristobal para la tradicional bendición de los coches. Finalizado el acto, nos dirigimos hasta el pueblo de Araia, allí tuvimos una comida de todos los socios que previamente se habían apuntado. La comida fue íntegramente pagada de los fondos de esta Asociación.
El lugar resultó cuanto menos acogedor. El restaurante del caserío Marutegui en Araia, situado bajo las faldas del Castillo de Marutegui (lo que queda de él).
Un poco de historia, el Castillo de Marutegui se levantó en defensa de las fronteras del alto medievo, se fundó en el siglo VIII por el rey García Iñiguez de Navarra, fue clave en las luchas entre Navarra y Castilla debido a su posición estratégica.
En ruta hacia el restaurante.
En pleno fragor de la batalla con un menú variado y regado con buen vino.
Aquí nuestro presidente.
Entre plato y plato buena tertulia.
Detalle del reloj de arena y el año de construcción del caserío.
Sobre el caserío se alzan vigilantes las ruinas del castillo de Marutegui.
Con vegetación típica de un caserío en el exterior.
El evento continuó hasta bien entrada la tarde en un local de Vitoria, corrieron litros de cerveza repartidos en varios vasos, vamos unas consumaciones moderadas.
Se pudo disfrutar hasta el final de un tiempo caluroso, reinando el buen ambiente en general.
Hasta pronto.
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